Decía Mecano hace ya un tiempo: “sabes que nunca has ido a Venus en un barco”. En aquel entonces y en un barco quizá no. Pero ¿y dentro de unos años? ¿y en un zepelín?
No, no estoy delirando. Parece ser que la Nasa está considerando la posibilidad de ir a Venus -mejor que a Marte-, en una misión espacial tripulada. La idea es emplear dirigibles con helio impulsados por energía solar, que se ubicarían a unos 50 kilómetros de la superficie creando así una especie de “ciudad flotante” donde los humanos pudiésemos tener una residencia permanente.
El proyecto, llamado “Concepto Operativo de Venus a Gran Altitud” (HAVOC), se plantea a lo largo de cinco fases: la primera consistiría en una exploración robótica para analizar la calidad del agua. A continuación una misión tripulada que orbitaría el planeta durante 30 días. En la tercera fase, también tripulada, se establecerían en la atmósfera también durante 30 días y en la cuarta durante todo un año. Por último, la fase final consistiría en establecer una presencia humana permanente.
En cuanto a la ciudad flotante de dirigibles, ubicarlos en esa posición les permitirá absorber más la luz del sol que en Marte, la presión y temperatura son menores (75ºC), los niveles de radiación son similares a los de Canadá y la gravedad es ligeramente inferior que en la Tierra.
Me resulta imposible pensar en este proyecto sin que mi imaginación se inunde con las imágenes de los geniales cómics de Schuiten y Peeters y sus Ciudades Oscuras. Es tan sólo una licencia poética.
Durante su estancia, los astronautas dispondrán de un hábitat y un vehículo para salir de la atmósfera y regresar a la Tierra. El viaje de ida y vuelta durará 440 días que, comparados con los 900 días a Marte, resulta una ventaja considerable. Según Dale Arney y Chris Jones de la agencia espacial, todos estos factores hacen que sea más práctico enviar humanos a Venus antes de embarcarse en una misión a Marte.
En la web de la NASA nos lo cuentan así:
La atmósfera de Venus es un destino increíble tanto para impulsar el estudio científico, como para la futura exploración humana. Un vehículo más ligero que el aire puede transportar un conjunto de instrumentos y sondas, o bien un vehículo de ascenso para que una tripulación de dos astronautas explore Venus durante un período máximo de un mes. Lleva menos tiempo completar esta misión que una misión tripulada a Marte, y el medio ambiente a 50 kms. es relativamente benigno, con una presión, densidad, gravedad y protección contra la radiación similares a la superficie terrestre. Un reciente estudio interno de la NASA sobre un concepto operativo de Venus a gran altitud (High Altitude Venus Operational Concept, HAVOC) condujo al desarrollo de un programa en evolución para la exploración de Venus, concentrándose en la arquitectura de la misión y el concepto de transporte para una misión tripulada de 30 días en la atmósfera venusina. Los retos técnicos clave para la misión incluyen llevar a cabo las maniobras de aerocaptura en Venus y la Tierra, introducir e inflar la aeronave en Venus y proteger la estructura y los paneles solares del ácido sulfúrico presente en la atmósfera. Con los avances en tecnología y la futura sofisticación del proyecto, la misión a la atmósfera venusina puede expandir el futuro de la humanidad en el espacio.
Ahí es nada. También han elaborado un vídeo para que podamos hacernos una idea más visual de esta increíble aventura llamada HAVOC. ¿Qué te parece? ¿Nos vamos a Venus?
Curioso la verdad, a ver cuando vemos otra vez un humano en otro objeto celeste que no sea la tierra.
Tienes razón, Paco… ¡sería todo un acontecimiento!
Interesante ir a Venus, ¿cuando iremos?